Tener miedo al contagio es bueno. Pero es necesario que acotemos este miedo para que no nos afecte a nuestra vida diaria y podamos ir volviendo poco a poco a la normalidad, a disfrutar de nuestros amigos y familiares y volver a hacer cosas que nos hacen felices y son buenas para nosotros, como dar un paseo por el bosque o volver al gimnasio.
Toda situación que suponga estrecha proximidad entre personas durante mucho tiempo siempre incrementa el riesgo de transmisión. Al igual que los lugares interiores, especialmente aquellos cuya ventilación es deficiente, que también entrañan mayores riesgos que los espacios al aire libre.
Según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), la transmisión del coronavirus se puede producir más fácilmente en los casos identificados con las “tres C”:
Según una encuesta realizada por New York Times entre 700 epidemiólogos, las tres situaciones que entrañan menor riesgo de contagiarse de coronavirus, eran salir a la calle (75 por ciento), caminar o reunirse al aire libre con amigos (72 por ciento) y hacer recados, como ir al supermercado o la farmacia, en persona (46 por ciento).
Se consciente en cada caso y decide, con sentido común, si llevar mascarilla o no.