Aprovecha el verano para practicar la atención plena o mindfulness. Se trata de dirigir tu atención a lo que sientes y percibes en el momento presente y en lo que te proporciona bienestar (leer, tomar el sol - siempre con protección - , nadar…) para que tu cerebro y tu sistema nervioso se libren del estrés y de las presiones.
Es esencial vivir el momento sin pensar en lo que nos espera una vez se acaben las vacaciones y ser capaces de desconectar de las rutinas y las obligaciones en la mayor medida posible, centrándonos en disfrutar y descansar, ya que supone un enorme beneficio para nuestra salud física y mental.
Cómo podemos practicar mindfulness en nuestro día a día